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La hemofilia es una enfermedad congénita con baja incidencia que afecta a hombres, y en la que está alterada la coagulación sanguínea. Como la sangre no coagula bien se producen sangrados, incluso sin causa aparente (con frecuencia a nivel muscular o dentro de las articulaciones). El sangrado es el principal responsable del deterioro de las articulaciones de los codos, tobillos y rodillas, que lleva a una menor movilidad y por tanto a una musculatura más débil y atrofiada.
Los fisioterapeutas tenemos una labor muy importante para mejorar la salud y la calidad de vida del paciente con hemofilia:
- el alivio del dolor,
- favorecer la eliminación del hematoma, la reabsorción de la sangre y actuar sobre el proceso inflamatorio.
- mejorar la movilidad del paciente,
- ayudarle a conseguir una condición física adecuada,
- mejorar su calidad de vida. Prevenir y tratar secuelas que pueda padecer a nivel musculoesquelético
Para ello la fisioterapia cuenta con herramientas como el ejercicio terapéutico, prescrito según la condición física del paciente y la salud articular, adaptándose a sus necesidades y preferencias. Siempre teniendo en cuenta el tratamiento farmacológico prescrito por su hematólogo. También la cinesiterapia, termoterapia, electroterapia, magnetoterapia, laserterapia, hidroterapia y ultrasonidos, sin olvidar el gran papel en la educación del paciente y de los familiares.
En conclusión, la figura del fisioterapeuta ayudará a mantener o mejorar la calidad de vida del paciente con hemofilia, mediante la promoción de una vida más activa así como la prevención y el manejo de las complicaciones musculares y articulares que generalmente acompañan a esta enfermedad.
No olvides que estamos para ayudarte y acompañarte durante todas las fases de la enfermedad.