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Los constantes avances en la Medicina nos ofrecen datos esperanzadores: la creciente eficacia de los nuevos tratamientos y de la detención precoz han permitido que España se sitúe entre los países con una tasa de mortalidad más baja por cáncer de mama.
También crece la esperanza de vida de las personas afectadas, por lo que es imprescindible garantizar su calidad de vida. Algo en lo que la Fisioterapia puede ser determinante: Tras una cirugía de cáncer de mama, una mastectomía, son muy frecuentes secuelas físicas.
Las más usuales son adherencias y retracciones en las cicatrices, deficiencias cardiorespiratorias, problemas vasculonerviosos, contracturas musculares, disminución de movilidad y fuerza en brazo, hombro y mano del lado afectado… …Y linfedema, hinchazón provocado por una anormal acumulación de líquido en los tejidos blandos del cuerpo, los brazos en el caso del cáncer de mama, que afecta a 4 de cada 10 mujeres mastectomizadas.
Es un trastorno crónico y progresivo, por lo que es fundamental su prevención y tratamiento precoz por parte de un fisioterapeuta para mantenerlo controlado y evitar su evolución. El fisioterapeuta trata el linfedema con técnicas de drenaje linfático manual, vendaje neuromuscular o compresivo, combinando el tratamiento con un programa terapéutico de ejercicio respiratorio y aeróbico intermitente (150 minutos a la semana de intensidad moderada y 75 de intensidad vigorosa) para fortalecer y tonificar los miembros superiores.
Los programas de ejercicio terapéutico en sus diferentes modalidades también son muy eficaces antes, durante y después del tratamiento de quimioterapia y/o radioterapia.
Acude a tu fisioterapeuta de confianza o solicita ser atendida en las cada vez más numerosas Unidades de Linfedema que el sistema público de salud pone a disposición de la ciudadanía.