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Si el médico te ha indicado el inicio de un proceso degenerativo en el cartílago articular, tienes lo que popularmente conocemos por artrosis.
La palabra no es muy bonita, pero no te asustes. Los estudios confirman que el 43% de las personas de 40 años tienen artrosis y no sufren dolor articular. Es, simplemente, el resultado del paso de los años.
Algunos factores que pueden agravarla son: la falta de sueño, el estrés, la obesidad, la debilidad muscular o los pensamientos negativos acerca de la lesión. Así que, ¡¡evítalos!!
Hacer ejercicio, mantenerse en el peso adecuado y un buen descanso serán, sin duda, las mejores herramientas para cuidar tu salud articular.
Aquí tienes una serie de consejos para ayudarte en tu proceso de recuperación:
1. La inactividad aumenta el dolor. Nuestras articulaciones necesitan ejercicio para estimular la reparación de los tejidos y mantenerse fuertes.
2. Acude al fisioterapeuta para que evalúe tu funcionalidad, tu fuerza, tu capacidad de control del movimiento y tus niveles de dolor. Te pautará el programa de ejercicios adecuado a tus condiciones y forma de vida.
3. Te dará las indicaciones para controlar y progresar en tu plan de rehabilitación.
4. Combinará ejercicios de fuerza y aumentará paulatinamente tu nivel de actividad física.
5. La gimnasia acuática es una opción adecuada y utilizada en las fases iniciales del proceso. Se reduce la carga que soportan las rodillas, permitiéndonos realizar movimientos amplios, sin exceso de velocidad, con menor esfuerzo y garantizando nuestra seguridad.
6. El dietista-nutricionista será el profesional encargado de valorar y pautar tus hábitos alimenticios cuando sea necesaria la reducción del peso corporal.
Ponte en manos de profesionales cualificados para iniciar tu tratamiento de forma segura y eficaz. ¡La Fisioterapia será tu mejor aliada!