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Que quede claro: la menopausia no es una enfermedad, es un un proceso natural de todas las mujeres de entre 45 y 55 años.
Ocurre cuando los ovarios dejan de producir hormonas como el estrógeno y la progesterona, lo que lleva a la desaparición progresiva de la menstruación. Esto provoca una serie de cambios fisiológicos y sintomatología característica: sofocos, palpitaciones, mareos, problemas de sueño, cambios en el estado de ánimo, dificultad de concentración, dolores de cabeza...
Los cambios metabólicos producen un aumento de la grasa corporal y una disminución de la masa muscular y ósea, lo que incrementa el riesgo de padecer osteoporosis.
Otros síntomas pueden ser la incontinencia urinaria, sequedad vaginal o dolor durante las relaciones sexuales, estreñimiento, incontinencia fecal…
Si eres mujer a estas alturas ya estás al borde de la depresión, pero tranquila, que hemos dejado lo mejor para el final y es que la Fisioterapia puede ayudarte a paliar todos estos síntomas.
Gracias a técnicas de Fisioterapia Pelviperineológica, la gimnasia hipopresiva, el Biofeedback, o la Electroestimulación, reduciremos y en algunos casos, hasta eliminaremos completamente todas estas afecciones.
Así que no dejes que la menopausia te limite y acude a tu fisioterapeuta!