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La musculatura que nos rodea las vértebras cervicales es la responsable de la movilidad de la cabeza y del cuello. Tenerla contracturada o tensionada puede provocarnos dolores de diferente intensidad, vértigos e incluso alteraciones de la percepción en brazos y manos, llamadas parestesias.
La Fisioterapia nos puede ayudar a trabajar las cervicales para tenerlas en óp-timas condiciones con una serie de ejercicios muy sencillos.
El primer ejercicio es de movilidad ocular y pondrá a prueba nuestra capacidad de seguir un objeto con la mirada sin mover ni un poco la cabeza.
El segundo ejercicio es de estabilidad visual y orientación. Realizaremos movi-mientos cervicales, manteniendo fija la mirada en un punto, para recuperar la movilidad que vamos perdiendo al hacernos mayores y por las malas posturas.
El tercer ejercicio consiste en hacer rotar y estirar el trapecio para disminuir la tensión. Debe ser un estiramiento suave, para trabajar la zona pero sin forzar-la: si notamos un hormigueo, debemos parar.
Acabaremos estirando el músculo elevador de la escápula, que es el causante de muchas tortícolis si dormimos en posiciones incorrectas.
Recordad, sin embargo, que por muy bien que nos vayan todos estos ejerci-cios, es necesario también consultar nuestro fisioterapeuta de confianza, y se-guir sus consejos personalizados.