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23 // 06 // 2015 - NOTA DE PRENSA COLEGIAL

Los fisioterapeutas vascos explican cómo nadar para reducir el dolor de espalda

El vídeo, al que se podrá acceder a través de la nueva web del colegio www.cofpv.org o a través de su cuenta de youtube, ayuda a saber que estilo elegir si se sufren patologías específicas

El Colegio Oficial de Fisioterapeutas del País Vasco (COFPV) lanza junto a sus homólogos de Madrid, Cataluña y Navarra un nuevo vídeo consejo dentro de su campaña de prevención de lesiones “12 meses, 12 consejos de salud”.

“Aprovechando la llegada del verano hemos querido dedicar el consejo del mes de junio a la natación enfocada desde dos perspectivas: cómo nadar correctamente y cómo hacerlo para prevenir o mejorar lesiones”, explica el presidente del COFPV, Jon Herrero.

Así, a través del vídeo consejo, los fisioterapeutas vascos desaconsejan nadar a mariposa si se tiene algún problema de espalda ya que esa postura genera un incremento en la curvatura de la columna vertebral nada beneficioso, y además, puede generar lesiones en el manguito de los rotadores (conjunto de músculos y tendones que proporcionan estabilidad al hombro).

En este sentido, los expertos recomiendan nadar siguiendo uno u otro estilo según la patología que se sufra. Por ejemplo, si se tienen problemas cervicales, aconsejan nadar a crol con la cabeza fuera, a crol normal, a espalda normal y sobre todo, a braza, si se trata de una rectificación, y a espalda con la barbilla cerca del pecho si se sufre hiperlordosis.

Para las personas que padezcan hipercifosis dorsal recomiendan nadar a crol con la cabeza fuera, sin hiperextensión cervical, o a espalda con la barbilla alejada del pecho. Asimismo, en caso de patología lumbar, aconsejan nadar a crol con la cabeza dentro, y en caso de hiperlordosis, realizar todos los ejercicios de espalda y braza vertical. Además, si se tienen problemas de hombro, hay que evitar los estilos crol y espalda y nadar al estilo braza.

Los beneficios del ejercicio en el medio acuático

Por otra parte, los fisioterapeutas recuerdan que la inmersión en el agua tiene una serie de beneficios para la salud, como es el efecto drenante, y el hecho de que pesamos menos, lo que ayuda en procesos de recuperación de postoperatorios, personas con artrosis y artritis, embarazadas, etc.

Además, existe un menor riesgo de caídas para las personas mayores y se puede fortalecer la musculatura sin carga articular. “No es necesario saber nadar, basta con andar por el agua para lograr beneficios”, explica Jon Herrero.

Así, recuerda que la fisioterapia acuática tiene como finalidad la rehabilitación o el logro de objetivos específicos físicos y funcionales. “Los resultados obtenidos confirman que la actividad física terapéutica, independientemente del medio en el que se desarrolle, es una buena estrategia para mejorar las variables que se consideran con más frecuencia (calidad de vida, estado general de salud física y mental, capacidad funcional y dolor) en pacientes que sufren patología crónica músculo-esqueléticas”, asegura.

Asimismo, emite una serie de recomendaciones para reducir el dolor de espalda realizando ejercicios en el agua :

1. Elige una piscina que tenga unas cuantas profundidades diferentes. Debes poder entrenar con el agua hasta la cintura y con el agua hasta el pecho. Asegúrate de que la piscina tenga un área donde puedas realizar ejercicios en tu propio carril, lejos de los nadadores o un entorno de natación abierto.

2. Compra calzado para utilizar dentro del agua si tienes problemas de estabilidad o equilibrio. Este tipo de calzado está disponible en la mayoría de las zapaterías grandes y en tiendas online. Se fabrica con tela resistente al agua y tiene suelas con tracción que permite adherirte al piso de la piscina con mayor facilidad.

3. Entra caminando a la piscina en lugar de saltar o lanzarte.

4. Trata de completar una rutina de ejercicios en el agua tres veces por semana para reducir significativamente el dolor en la espalda entre en un par de semanas y un mes. Camina y haz estiramientos leves para reducir el dolor muscular en los días que no haces ejercicios en el agua.

5. Descansa después de completar esta rutina y beber mucha agua antes y después para hidratar los músculos.

6. Si te gusta entrenar en grupo, matricúlate en una clase de aeróbicos acuáticos. Informa al instructor sobre tu afección de espalda antes de comenzar, de modo que puede adaptarte los ejercicios.

7. Inicia el ejercicio progresivamente. Comienza con ejercicio durante 10 minutos y ve aumentando el tiempo unos 5 minutos cada semana hasta llegar a 30 o 45 minutos.

El Colegio Oficial de Fisioterapeutas del País Vasco reúne en la actualidad a más de 2.000 profesionales de esta disciplina que trabajan en toda la Comunidad Autónoma.

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