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Cada año el Colegio Oficial denuncia ante Salud la aparición de una veintena de nuevas consultas atendidas por personas sin titulación
En los últimos meses se han conocido varios casos de falsas doctoras que se hacían pasar por médicas estéticas en Euskadi. Dos de ellas llegaron a ser detenidas por la Ertzaintza en San Sebastián. Pero el de la medicina estérica no es el único ámbito de la sanidad donde existe intrusismo laboral, ni tampoco en el que este problema es más frecuente. Este triste honor se lo lleva la fisioterapia. Cada año el Colegio Oficial de Fisioterapeutas del País Vasco (COFPV) denuncia una veintena de centros que ofrecen es· tos servicios sanitarios sin estar acreditados para ello. Y estos son solo los nuevos. A ellos hay que sumar los 'viejos conocidos' que han sido denunciados con anterioridad. pero que han cambiado el nombre del local o su ubicación y siguen ejerciendo. El Colegio ha contratado a una empresa especializada para que elabore un censo preciso sobre cuántos “fisioterapeutas intrusos” hay en Euskadi, aunque las primeras estimaciones apuntan a que, entre nuevos y viejos, pueden rondar el centenar.
Las terapias manuales han sido un campo al que tradicionalmente se han acercado muchas personas. Algunas lo han hecho con una formación reglada y un grado en Fisioterapia, pero otras apenas cuentan con un breve curso de masaje. Estos últimos sí pueden ofrecer masajes de tipo relajante. Existe licencia para ello. Algunos centros de belleza. peluquerías o negocios específicos cuentan con estos servicios. Pero lo que no pueden hacer estas personas es publicitarse ni ejercer como centros terapéuticos ni sanitarios. tal y como establece una sentencia del Tribunal Supremo.
“Las terapias manuales se han realizado en muchos ámbitos y están regladas. Lo que no pueden hacer estas personas que dan masajes es tratar el dolor y otras patologías. Esa es labor de los fisioterapeutas. En ocasiones se banalizan las técnicas que empleamos. pero si se utilizan sin conocimiento se pueden causar graves daños y dejar secuelas a un paciente. No te puede tratar cualquiera”, advierte Borja Salcedo, vocal del COFPV.
Pero no solo eso. La formación de estos sanitarios les permite detectar otras posibles patologías que tienen entre sus primeros síntomas procesos inflamatorios o dolor corporal. Algunas de ellas tan graves como algunos tipos de tumores, artrosis reumatoide o problemas metabólicos y no retrasar su tratamiento. “Cuando percibimos esas señales derivamos al paciente a su médico. Una persona que no está formada no sabe identificarlas”. valora. Con la osteopatia y la quiropráctica pasa algo parecido. “Son técnicas sanitarias y deben ser prestadas por un fisioterapeuta que se haya formado en ellas”, afirma.
Piden más celeridad
Salcedo indica que el COFPV tiene conocimiento de la existencia de muchos de estos centros intrusos gracias a los propios ciudadanos que se ponen en contacto con la entidad. “En nuestra web figuran los 356 centros de fisioterapia dados de alta en el Colegio. Si una consulta no está en ese listado es que no cuenta con un fisioterapeuta”, explica.
Las denuncias que reciben las trasladan al Departamento de Salud. que es quien tiene la responsabilidad de sancionar y cerrar esos falsos centros de fisioterapia. Aunque el Colegio lamenta que la consejería “no está actuando con toda la celeridad con la que debería”. De hecho hay casos llamativos de falsos fisioterapeutas. “Hay una persona que ha sido denunciada cada año durante la última década, pero cambia de nombre o de local y sigue ejerciendo”.